Una sorpresa inesperada, un encuentro con el mundo de los nano molinos
Una sorpresa inesperada, un encuentro con el mundo de los nano molinos
Hace dos días, el cliente envió dos pesticidas de fórmula nueva y quería usar nuestro equipo para hacer un experimento y ver qué tan efectivos son los medicamentos después de la molienda.
El cliente es un gran fabricante de pesticidas que integra la producción y la investigación y el desarrollo. Cada pequeño progreso en la investigación y el desarrollo de nuevas variedades de plaguicidas puede significar la mejora de la eficiencia de la producción agrícola e incluso la mejora del entorno ecológico.
Esta vez, los materiales plaguicidas recién desarrollados que enviaron tenían requisitos más estrictos, con requisitos de tamaño de partícula: D50 es de 1 micra, D90 es de 2 micras y D97: 3 micras.
Hoy en día utilizamos el laboratorio nano de la serie N molino de arena. Este equipo de 1 litro de capacidad, aunque de tamaño pequeño, es conocido en la industria por su alta eficiencia y rendimiento estable.
Los experimentadores están ocupados y ordenados preparando los diversos materiales necesarios para la molienda.
Para experimentos de molienda de pesticidas como este, generalmente tomamos muestras cada media hora para probar la finura de los materiales.
Una sorpresa inesperada, un encuentro con el mundo nano
"Está bien, ahora ha pasado media hora, ¡ven conmigo a echar un vistazo!" Caminé hacia el área de prueba con anticipación, con inquietud por los resultados y deseo de lo desconocido.
Sin embargo, cuando los datos de la prueba aparecieron frente a mí, no pude evitar exclamar: "¡Oh!!!!! D50: 272 nanómetros, D90: 419 nanómetros, D97: 662 nanómetros.
Esta serie de números superó con creces las expectativas del cliente y anuló todas mis suposiciones sobre este experimento.
La conversión entre micras y nanómetros se volvió tan intuitiva e impactante en este momento, ¡en realidad molimos el material al nivel nanométrico sin darnos cuenta!
Nanotecnología, una nueva esperanza para la agricultura
Los plaguicidas, como parte indispensable de la agricultura moderna, su desarrollo y aplicación están directamente relacionados con el equilibrio entre la seguridad alimentaria y el medio ambiente ecológico.
Sin embargo, los plaguicidas tradicionales suelen ir acompañados de problemas de residuos, contaminación ambiental y posibles amenazas a la biodiversidad durante su uso.
Por lo tanto, cómo desarrollar plaguicidas más eficientes, respetuosos con el medio ambiente y de bajo residuo se ha convertido en el objetivo que los científicos agrícolas han perseguido incansablemente.
La introducción de la nanotecnología proporciona una nueva solución a este problema.
Los nanoplaguicidas, como su nombre indica, se refieren a preparaciones de plaguicidas con un tamaño de partícula de nanómetros (1-100 nanómetros).
En comparación con los plaguicidas convencionales, los nanoplaguicidas tienen una mayor superficie específica, mejor dispersabilidad y permeabilidad, y pueden adherirse más eficazmente a la superficie de los cultivos o penetrar en los organismos objetivo, mejorando así significativamente el efecto de control y reduciendo la dosis.
Además, los nanoplaguicidas también pueden lograr una entrega precisa de plaguicidas a través de la tecnología de liberación controlada, lo que reduce aún más el impacto negativo en el medio ambiente.
Hace dos días, el cliente envió dos pesticidas de fórmula nueva y quería usar nuestro equipo para hacer un experimento y ver qué tan efectivos son los medicamentos después de la molienda.
El cliente es un gran fabricante de pesticidas que integra la producción y la investigación y el desarrollo. Cada pequeño progreso en la investigación y el desarrollo de nuevas variedades de plaguicidas puede significar la mejora de la eficiencia de la producción agrícola e incluso la mejora del entorno ecológico.
Esta vez, los materiales plaguicidas recién desarrollados que enviaron tenían requisitos más estrictos, con requisitos de tamaño de partícula: D50 es de 1 micra, D90 es de 2 micras y D97: 3 micras.
Hoy en día utilizamos el laboratorio nano de la serie N molino de arena. Este equipo de 1 litro de capacidad, aunque de tamaño pequeño, es conocido en la industria por su alta eficiencia y rendimiento estable.
Los experimentadores están ocupados y ordenados preparando los diversos materiales necesarios para la molienda.
Para experimentos de molienda de pesticidas como este, generalmente tomamos muestras cada media hora para probar la finura de los materiales.
Una sorpresa inesperada, un encuentro con el mundo nano
"Está bien, ahora ha pasado media hora, ¡ven conmigo a echar un vistazo!" Caminé hacia el área de prueba con anticipación, con inquietud por los resultados y deseo de lo desconocido.
Sin embargo, cuando los datos de la prueba aparecieron frente a mí, no pude evitar exclamar: "¡Oh!!!!! D50: 272 nanómetros, D90: 419 nanómetros, D97: 662 nanómetros.
Esta serie de números superó con creces las expectativas del cliente y anuló todas mis suposiciones sobre este experimento.
La conversión entre micras y nanómetros se volvió tan intuitiva e impactante en este momento, ¡en realidad molimos el material al nivel nanométrico sin darnos cuenta!
Nanotecnología, una nueva esperanza para la agricultura
Los plaguicidas, como parte indispensable de la agricultura moderna, su desarrollo y aplicación están directamente relacionados con el equilibrio entre la seguridad alimentaria y el medio ambiente ecológico.
Sin embargo, los plaguicidas tradicionales suelen ir acompañados de problemas de residuos, contaminación ambiental y posibles amenazas a la biodiversidad durante su uso.
Por lo tanto, cómo desarrollar plaguicidas más eficientes, respetuosos con el medio ambiente y de bajo residuo se ha convertido en el objetivo que los científicos agrícolas han perseguido incansablemente.
La introducción de la nanotecnología proporciona una nueva solución a este problema.
Los nanoplaguicidas, como su nombre indica, se refieren a preparaciones de plaguicidas con un tamaño de partícula de nanómetros (1-100 nanómetros).
En comparación con los plaguicidas convencionales, los nanoplaguicidas tienen una mayor superficie específica, mejor dispersabilidad y permeabilidad, y pueden adherirse más eficazmente a la superficie de los cultivos o penetrar en los organismos objetivo, mejorando así significativamente el efecto de control y reduciendo la dosis.
Además, los nanoplaguicidas también pueden lograr una entrega precisa de plaguicidas a través de la tecnología de liberación controlada, lo que reduce aún más el impacto negativo en el medio ambiente.
